Los espacios físicos de las oficinas han cambiado a lo largo del tiempo, se ha pasado de oficinas muy divididas que apostaban por el puesto individual desconectado de todo lo demás a ambientes abiertos en los que la comunicación y la interacción con los demás compañeros son claves para la productividad.
El futuro del mundo de las oficinas físicas parece bastante incierto por la inclusión de Internet y las nuevas tecnologías asociadas a él. De hecho, hoy en día se pueden hacer reuniones a cientos de kilómetros de distancia, se pueden desarrollar trabajos desde la otra punta del mundo, y se puede acudir a la oficina en horarios completamente flexibles. Éste era hasta ahora el paradigma, pero, ¿qué pasará en el futuro? Está claro que solo el tiempo lo dirá aunque por el momento podemos hacernos una idea con las tendencias que van apareciendo en el sector del trabajo de oficina y que no parecen retroceder en dichos conceptos ni un solo milímetro.
El puesto de trabajo individual caducará.
Las nuevas oficinas piensan en cómo aprovechar toda una serie de espacios que se han quedado vacíos o a medio uso. El trabajo flexible, la posibilidad del teletrabajo, y la contratación de personal multitarea hace que muchos puestos individuales se queden vacíos durante toda la jornada laboral. En ese sentido, se desaprovecha por completo parte de las dimensiones de la oficina. ¿Y cómo se soluciona esto? Pues apostando por espacios diáfanos polivalentes y por puestos de trabajo compartidos.
El fenómeno de los puestos de trabajo compartidos, en los que los trabajadores no tienen asignada una silla y mesa específicas, sino que se sientan donde hay espacio disponible, no es nuevo. Aunque sí es cierto que es ahora cuando arranca en el ámbito puramente laboral, lleva ya tiempo siendo habitual en los espacios de coworking. Precisamente en ellos, en sus casilleros, en sus muebles con ruedas o en su distribución del espacio, se basan las nuevas tendencias de la oficina del futuro.
Oficinas con espacios flexibles que sirven para casi todo.
Los espacios flexibles tienen más sentido que nunca. Ahora que el trabajador tiene la oportunidad de poder realizar sus tareas desde casa, puede elegir irse al espacio laboral para conseguir una mayor concentración, herramientas y mobiliario más adecuado, y disfrutar de un ambiente óptimo por la facultad de poder realizar múltiples actividades más allá del desempeño laboral. Una oficina que cuenta con zonas de ocio, zonas de comedor, o espacios de soft seating en los que desconectar es una oficina con todas las posibilidades abiertas a que los trabajadores rindan más sin necesidad de un horario rígido.
Apostar por la innovación en la oficina es apostar por las nuevas tendencias de trabajo en las que sacar el máximo partido del espacio disponible mejorando las opciones que tienen los trabajadores, su bienestar y dándoles las herramientas necesarias para que rindan al máximo. Innovar en los espacios laborales es apostar por espacios abiertos y transparentes que tienen divisiones únicamente para garantizar la privacidad de ciertas reuniones. Innovar es también olvidarse de un trabajador, un puesto, cuando no todos los trabajadores van a compartir espacio laboral al mismo tiempo.
Por último, innovar es recordar que se pueden mejorar las condiciones de vida de los empleados apostando por asegurarles espacios de descanso y el mobiliario adecuado a esas nuevas fórmulas de trabajo en las que nadie tiene un espacio propio sino que todo es de todos.
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